sábado, 26 de septiembre de 2015

Hoy

Hoy, te extraño.
Tiempo atrás no sentía esta soledad desbordante.
Y aunque es necesario, no me gusta.

Me acostumbré a girar y ver tu sonrisa,
a veces cansada, a veces alegre pero siempre preciosa.

Y con lágrimas a punto de salir y el insomnio amenazando con llegar,
reconozco que no tengo más que añorarte en silencio
mientras intento calentar mi cama sin ti.