martes, 30 de junio de 2009

Espero...

Te espero una vez más en mi casa para disfrutar como todos esos días de tu extraña y placentera compañía, a veces creo que me canso un poco de ese juego extraño de ser y no ser.

Veo la televisión sólo para pasar el tiempo en lo que llegas a tocar el timbre, cuando esto ocurre trato de mantener la calma pero mi corazón se acelera inesperadamente, tal vez porque la idea de lo que va a pasar hoy suena más tentadora que nunca.

Te recibo con un beso en la mejilla y pasamos a la sala; siguiendo la rutina, platicamos y escuchamos música.

La verdad es demasiado aburrido esto y simplemente te beso para convencerte de que vayamos al cuarto; dentro de la habitación que tantas veces nos ha visto antes, nos besamos hasta quedar desnudos por completo.

Mientras me recorres completamente, la idea vuela alrededor de mi cabeza, para tratar de disiparla te beso de nuevo y me preparo para que me penetres como te gusta hacerlo. Entras en mí una y otra vez, y el placer de ambos crece indescriptiblemente.

Sigo pensando en lo que voy a hacer hasta que llega el primer orgasmo, me rindo a la pasión que nos envuelve y te digo que me dejes montarte; en esta nueva posición nos entregamos aun más el uno al otro.

La decisión está tomada. Cuando estás a punto de terminar, sujeto el cuchillo que coloqué en el suelo y lo entierro en tu pecho, tan profundo que la sangre que brota de ti me baña. La expresión de desconcierto de tu cara es muy placentera, tanto que me invita a besarte otra vez.

Después de terminar, al ver tu imagen me levanto, limpio mi cuerpo y me alejo de aquel lugar esperando que algún día encuentren tu cuerpo, ojala lo hagan.

2 comentarios:

suspiros dijo...

algo sádica...te falto un poco de diversion

Eco dijo...

Un clásico, parece todo el mundo tiene uno así n_n