lunes, 8 de junio de 2009

Otra vez y como siempre... (2)

Cansada por la fatiga que me llevé en todas mis actividades y con la consabida discusión, me dirigí a la cama a intentar descansar un poco, claro lo que pudiera tomando en cuenta que eran las 3 a.m. y debía levantarme a las 6 a.m.…

Durante el intranquilo sueño, no dejé de pensar en lo último que había pasado con la voz extraña que no me dejaba en paz; más por la impaciencia que por la ganas, me levante a las 5 a.m., con un cansancio terrible y harta de que la voz no dejara de pasearse en mis sueños.

Después de caminar un poco por la habitación, fui a la cocina por un buen vaso de leche, esa bebida refrescante que tantas otras veces me ha ayudado a relajarme un poco, lástima que esta vez el sentimiento que me llenaba no se resarcía con ella, esta vez fue un trago amargo que no me agradó en lo absoluto.

Camino al trabajo, sólo pensaba en el diálogo que me esperaba en la noche: otra discusión sin final que se terminaría hasta que la voz se cansara de escuchar mis súplicas, de que ella se burlara de mi completa falta de valor para correrla de mi lado; con este pensamiento en mente estuve todo el día…

Por fin, a las 10 de la noche, pude ir a mi casa con la vaga intención de dormir y descansar para el día siguiente enfrentarme con la rutina diaria. En esta ocasión, la voz llegó desde que crucé la puerta del departamento…


- hola, ya era tiempo de que llegaras…

- si, supongo que me esperabas con ansia, otra vez para fastidiar…

- ¿cómo puedes ser tan cruel?, yo no fastidio, sólo te acompaño en tu aburrida y patética vida

- compañía que nunca he pedido, por si no lo recuerdas...

- pero que añoras… ¿o acaso me vas a negar que durante el día piensas en mi?, ¿vas a negar que aunque quieras evadirme y te tardes horas de más en el trabajo, siempre llegas aquí con ganas de escucharme de nuevo?

- ¿ganas de escucharte de nuevo?, ¿para que demonios querría escucharte de nuevo?, ¡lo único que quiero es que me dejes en paz!

- si, eso ya me lo has dicho varias veces, y ¿cuál es mi respuesta a eso? ¡No!, ¡no te voy a dejar hasta que yo quiera hacerlo!

- creo que entonces te quedarás hablando a solas, porque ya no pienso soportarte ni un poco más…

Dicho esto, me recosté en un sillón, cerré los ojos simulando descansar y me dediqué a contener las ganas de contestarle a todo lo que me decía, que era bastante…

Después de un tiempo en que efectivamente ignoré lo que pasaba a mi alrededor, me gritó con todas sus fuerzas:

- ¡no me ignores!, ¡te estoy hablando!... finge todo lo que quieras, sé que me escuchas y sé que soy todo lo que siempre has querido, soy la representación de lo que tú quieres ser, lástima que seas tan cobarde como para intentarlo…

Este último comentario tuvo el efecto que quería, no pude contenerme…

- ¿representación de lo que quiero? ¿Tú? ¿La molestia más grande que existe en mi mundo? ¿Cómo puedes si quiera pensar eso?

- justo como lo pensé… no soportas que hiera tu ego… ¡maldito orgullo que no dejas en paz! Te he dicho infinidad de veces que tienes que calmar tu estúpido ego…

- ¡cállate! Tú no puedes hablarme así ¿qué maldito derecho tienes a hacerlo? Sigues aquí sólo porque no he encontrado la forma de hacer que te vayas, pero eso no durará mucho, ¡así que cállate!

- siempre tratando de alejarme… ya tendrías que haberte dado cuenta de que nuca me voy a ir, ¡maldita sea! ¿cuántas veces tengo que decírtelo?

No atiné a dar una respuesta en ese momento, tal vez se dio cuenta de que estaba un poco perdida…

- bueno, al parecer esta discusión terminó aquí, y como siempre: yo gano… hasta mañana, descansa…

1 comentario:

Eco dijo...

Por Favor dime que no hay una tercera parte.

Yo creo que con dos rounds perdidos es más que suficiente...


Y si no, pues que se compre un ipod, para que una de las dos se calle...