martes, 28 de julio de 2009
Ominosa Realidad (2)
sábado, 25 de julio de 2009
Ominosa Realidad (1)
Curiosa es la forma en que las situaciones se dan, de forma enmarañada y confusa, tanto como la relación que se empezó a gestar entre nosotros. Mientras los rumores crecían sobre lo que podía estar pasando, tú y yo no dejamos que se inmutara lo nuestro.
¿Pero qué era lo nuestro?
Una simple relación cordial que se confundió con algo más, un espejo para escapar de lo que jamás permitimos que pasara, una ilusión dentro de una frágil burbuja llena de esperanzas vacías.
Aquel día pasó lo que ambos deseábamos, la culminación de nuestras esperanzas gestadas a lo largo del tiempo en que nos conocimos, la entrega total a otra persona, la que tal vez jamás pensamos que llegara a suceder.
Indudablemente merecíamos un premio por la forma tan magistral de disimular el pasado bastante reciente ante los demás, aun no logro terminar de entender porqué no lo notaban si en algunas ocasiones era tan obvio; creo que la percepción de las personas a veces no funciona bien del todo.
Fingir que la situación era como siempre lo fue se tornó en algo complicado, afortunadamente soportamos las miradas indiscretas y los recuerdos aflorantes.
Un beso en la mejilla como cualquier otro, un abrazo de vez en cuando para demostrar que el cariño seguía vigente, una mirada cualquiera, una conversación insignificante y otro beso de despedida, era la rutina casi diaria que llevábamos a cabo como si la hubiéramos ensayado antes.
Con anterioridad había pensado en hablar contigo sobre ciertas situaciones, sobre dudas que se estaban gestando en mi, pero siempre me detuvo la incertidumbre de si tú contestarías a cualquier cosa que te preguntara; ¿qué tal si ya no querías hablar más sobre ese tema?, ¿y si la presión que ejercían sobre ti los recuerdos era lo que hacía que nos mantuviéramos con esa distancia que a veces parecía enorme?
Esa plática se tuvo que aplazar lo suficiente, hasta que me enteré de la noticia más trágica de mi vida: un embarazo. Desde ese momento mi mundo se fue abajo inevitablemente, sentí que la razón me abandonaba y la locura se posaba en mí.
Ese día fue el más misterioso de mi vida, desde que me levanté de la cama tuve la impresión de que algo me marcaría para siempre. Verte de nuevo fue como siempre lo había sido: una mirada discreta para averiguar cómo amanecimos y un saludo cordial y sincero para continuar manteniendo las apariencias.
Después de toda esa parafernalia de cortesías, te dije discretamente -necesito hablar contigo-, el tono y la seriedad con la que hablé llamaron poderosamente tu atención. La plática se llevó a cabo después de terminadas nuestras diferentes actividades, el nerviosismo me invadió por completo y apenas pude decir unas pequeñas palabras que dieron a entender todo lo que pretendía comunicar; tu mirada se clavó en mi como un arma diseñada especialmente para matarme de forma lenta, tus ojos antes llenos de luz y alegría dijeron lo que tu boca no se atrevía; leyendo tus pensamientos te dije -no te preocupes, voy a abortar-, y entonces, sólo por un instante pude ver que tu cara se iluminó diciéndome -haces lo correcto-. Probablemente hasta ese momento te diste cuenta de que te conocía más de lo que pensabas.
Después de la discusión obligada sobre cómo y cuándo se llevaría a cabo el acontecimiento decisivo en nuestras vidas, decidimos ir a un lugar más privado para hablar de esos asuntos.
jueves, 23 de julio de 2009
Así de simple
la forma de hablar que me atrapa,
la mirada en la que me pierdo,
el aroma que me llena,
la sonrisa que no me canso de ver,
las manos que no dejo de estrechar,
la boca que dejar de besar no puedo,
el pecho en el que siempre me recuesto,
los brazos cálidos que me abrazan,
la pasión que me contagias,
el humor que me aprisiona,
la inestabilidad que te acompaña...
¡maldita sea!...
eres justo lo que buscaba...
domingo, 19 de julio de 2009
Soñar
viernes, 17 de julio de 2009
Aquí
jueves, 16 de julio de 2009
Ahh...
Tienes la capacidad enorme de llevarme hasta donde tú quieres.
Comprendes mis movimientos y los controlas.
Captas mis ideas aunque sean indirectas.
Sabes qué y cuándo hacerlo.
Logras lo que nadie ha logrado jamás.
Me rindo por completo ante ti.
Increíblemente lo lograste...
Lástima que no te diste cuenta a tiempo, realmente una lástima.
lunes, 13 de julio de 2009
Despertar
domingo, 12 de julio de 2009
Asi
sábado, 11 de julio de 2009
Tardanza
Mágicamente, la realidad volvía a ella para que comenzara sus actividades diarias, todo con tal de llegar a tiempo a su casa para recibirlo como habían quedado.
En el trabajo, con los amigos, en la calle, en cualquier parte, su concentración se perdía por un momento, sólo para pensar en él, para añorarlo.
Llegó corriendo a su casa, comió lo primero que encontró en el refrigerador y tomó un baño rápido; dedicó bastante a su arreglo personal pero al final de la larga jornada lucía hermosa, lista para recibir a su amado.
Una hora, hora y media, Carlos no llegaba, ni siquiera un mensaje para avisarle que iba a llegar tarde.
Ana comenzó a preocuparse, ¿qué tal si le había pasado algo?, trató de alejar esos pensamientos de su mente, pero la duda era muy grande como para alejarse por completo.
Tres horas.
Seguramente algo había pasado.
Se dirigió al teléfono, notó que por la prisa con la que llegó no vio que tenía un mensaje en la contestadora:
"Hola, perdón por avisarte así pero quise esperar a que no estuvieras en casa para llamar... eh... no sé cómo decir esto... creo que lo nuestro ha ido demasiado lejos, me parece que te estás enamorando y la verdad me estoy cansando un poco de esto... he decidido que es mejor dejarlo hasta aquí... perdón y gracias por todo... por favor no me vuelvas a buscar... adiós"
Con lágrimas en los ojos fue a su habitación y se recostó en la cama para respirar su aroma por un momento, sólo un momento antes de intentar dormir, justo como en los días en que él se quedaba a dormir con su esposa.
viernes, 10 de julio de 2009
¡maldita sea! ¿porqué no sólo cierras tu gran boca y nos quitamos de problemas?
¿cuál es tu estúpida necesidad de fastidiar a todos?
sería mucho más fácil que simplemente murieras... ojalá lo hagas pronto... ya es tiempo de que lo hagas...
ojalá...
...
...
en la próxima ocasión tal vez te ayude...
mmm....
si, tal vez lo haga...
sería tan agradable...
no tienes idea de cuánto............
miércoles, 8 de julio de 2009
¡A jugar!
Es tan reconfortante que lo hagas, que vengas a mi cuando quiero que vengas, que te vayas cuando te lo pido, que a pesar de tus deseos, hagas lo que yo quiero; que te disculpes por mis errores, que hagas todo por mi...
La cercanía se ha perdido un poco, pero no te preocupes, en cuanto te vea otra vez, el juego comenzará como antes, justo como te gusta jugar: a que ganas mientras te dejo ganar, a que pierdo para que la manipulación no sea tan obvia...
martes, 7 de julio de 2009
Ahora si...
- Esta vez será diferente...
A esta idea se aferraba su mente en cada una de las repetidas ocasiones en que trataba de convencerse de que era lo mejor para ambos.
Pensaba en que la decisión que acababa de tomar era la correcta: dejar el pasado en su lugar y continuar con lo que en el presente vivía.
- Si, así debe de ser.
Después de estas palabras, terminó de escribir lo que había tardado tanto tiempo en hacer y fue directo a su casa a informarle su decisión.
- Quiero que hoy mismo se termine nuestra relación; no puedo seguir con esto, antes de que iniciáramos te dije que no quería que llegaramos al punto en que nos encontramos ahora.
Él la miró un poco sorprendido y se limitó a decir:
- ¿Seguir con qué?, creí que "nuestra relación" se había terminado desde aquella pelea, yo sólo sigo contigo porque tú lo pediste, pero no recuerdo que hayamos reanudado nada...
Ella permaneció atónita ante él, jamás pensó escuchar eso. Con indicios de lágrimas en los ojos se alejó de su lado y se refugió en la cocina.
Al ver la aflicción en sus ojos, él la siguió para intentar consolarla.
- Jamás hubiera adivinado que pensabas eso, creí que aun había amor entre nosotros.
- Aun te quiero mucho, por eso estoy aquí...
- Según lo que dijiste hace en momento, sigues aquí porque yo te lo pedí, ¿no?
- Si, eso tiene algo que ver, pero la mayor razón es porque te quiero...
- Creo que eso me alivia un poco...
- Claro, cuando te lo digo siempre te calmas...
- Abrazame... no me dejes...
Con fuerza la tomó entre sus brazos, se quedaron así por largo tiempo y dejaron atrás el pasado, el reciente pasado, tal como ella quería...