sábado, 26 de diciembre de 2009
martes, 10 de noviembre de 2009
¿Simple?
Alguna vez me dijiste que el pasado se debe quedar atrás... déjalo...
Miedo e incertidumbre...
El miedo se afronta, es la única forma de superarlo...
Recuerdos y lágrimas...
¿Porqué llorar por los recuerdos? Mejor simplemente recordar lo bueno...
Amor y añoranza...
Ama, añora lo que está lejano y disfrútalo cuando ha regresado a tí...
lunes, 19 de octubre de 2009
¡Ya!
Con la esperanza de que las cosas iban a mejorar.
Con la insistencia de que lo interno está bien y lo externo mal.
No reproches.
No inquietudes.
No preguntas.
Nada más.
Una duda.
Un destello en el interior.
Una luz emergente.
Una esperanza alrededor.
Calma.
¿Cuándo llega el movimiento?
Simple, cuando lo busques tú.
La quietud ha quedado atrás.
El movimiento dio el primer paso.
El siguiente lo das tú.
jueves, 1 de octubre de 2009
Shhh...
martes, 15 de septiembre de 2009
No...
nos besamos
martes, 25 de agosto de 2009
Entre sueños
Aún medio dormida veo las imágenes entre cortadas de nuestro encuentro. Para mi desgracia, me doy cuenta una vez más de que estoy sola, no dejo que esto me abata, y con los ojos cerrados recuerdo mi sueño hasta llegar al orgasmo.
Llego al trabajo y sólo te busco con la mirada, al verte, simplemente, recuerdo.
Un deseo constante es el que me inunda, unas ganas enormes de tenerte en mis brazos, de ser tuya una y otra vez, de que seas solamente mío.
Lástima que ni siquiera sabes de mi existencia.
Con unas pocas lágrimas en los ojos trato de pensar en lo que me gustaría que fuera, al menos creo que me gustaría; después de todo no hay mejor partido para mí que tú.
Quisiera que tan solo voltearas a verme, que supieras de mí. Si pudiera hacer algo te juro que lo haría.
La noche pensando en el día siguiente fue interminable, apenas dos horas de sueño pude tener, pero por fin la decisión está en mi cabeza, hoy será el día.
Entras a tu oficina sin mirar a nadie, mis ojos te siguen vigilantes hasta que cierras la puerta.
Silenciosamente sigo tus pasos y entro a donde te encuentras
-Buenos días jefe, desde hace tiempo estoy enamorada de usted.
Disparo a mi cabeza con el arma que nunca creí usar.
Te quedas atónito y sin saber que hacer.
¡Lo conseguí, me viste, te fijaste en mí... ya sabes quién soy!
lunes, 24 de agosto de 2009
"La Despedida"
martes, 18 de agosto de 2009
Adiós
viernes, 14 de agosto de 2009
No es tan malo
Tus labios me gritan con locura que te bese y los míos me piden que cumpla tu insistente solicitud.
El beso que nos damos como saludo es lento, suave, sublime, tanto que nos permite oler el perfume de nuestros cuerpos cuando estamos juntos.
Después de un pequeño silencio, llega la pregunta obligada -¿cómo estás, que se te ofrece?-, en ese instante hago lo que estuve pensando todo el día: te beso, de forma tan apasionada que casi me quedo sin aliento; tú tienes la misma reacción que yo, pero sólo hay que agregar la sorpresa a tu rostro; después de recuperar el aliento perdido hace un momento, me miras y la lascivia que hay en tus ojos me remiten a la idea de que mi actitud fue la correcta, de que el asombro te va bien y de que mis pensamientos son acertados. Me besas con la misma pasión que yo lo hice, nos entregamos por completo a las sensaciones y dejamos que el tiempo pase mientras nuestras bocas se unen una y otra vez.
Terminado este momento de pasión inesperada para ambos, nuestras miradas se encuentran una vez más como tratando de adivinar lo que piensa el otro, sé lo que piensas: que subamos inmediatamente a tu habitación
Como siempre lo haces me preguntas qué es lo que deseo hacer, y siguiéndote el juego que se repite siempre te contesto -¿qué te parece si vamos a tu cuarto a platicar?-, a sabiendas de lo que pasará después, me respondes como tantas otras veces –claro, si quieres-.
En los breves instantes que pasan mientras nos dirigimos a tu habitación, el silencio reina en nosotros, pero él deja que nuestras mentes imaginen, cada una a su modo, como será el encuentro que está a punto de suceder. Con la caballerosidad característica, abres la puerta y me dejas entrar para cerrar la puerta con seguro después de ti; me subo en tu cama y me siento como siempre, con la mano izquierda te hago la seña para que te acomodes a mi lado, en el instante respondes a mi petición sin dejar de verme a los ojos; -y bien, ¿de qué platicamos?- te pregunté, -de lo que quieras- respondiste, -ok, ¿cómo te fue hoy?- fue la pregunta que inició una charla sin importancia que terminó cuando, al parecer por accidente, colocaste tu mano en mi pierna y comenzaste a subir lentamente; al ver la excitación que te causaba, te besé como antes, el beso duró lo suficiente para permitir que mi mano llegara a tu entrepierna.
Con la respiración de ambos agitada como nunca, nos desprendimos de la ropa prenda por prenda, lentamente para dejar que creciera la excitación; al verte desnudo simplemente vi tu miembro erecto y tú captaste de inmediato la insinuación que de mis ojos brotaba; mientras tomaba tu órgano tu introducías tus dedos en mi; ambos nos entregamos a la excitación y al calor que cada vez subía más en la habitación.
Recorrí tu pecho con mis manos hasta quedar hincada delante de ti para depositar tu virilidad en mi boca, tal y como te gusta que lo haga, escuchar el placer que te producía me incitaba a hacerlo con más fuerza para llevarte al máximo; me tomaste de las manos para llevarme a la cama y después de ponerte encima de mí, me penetraste con tanta fuerza y violencia que solo pude gritar por placer sentido.
Las embestidas que me propinabas una y otra vez me producían un placer cada segundo más grande, mis ojos permanecían cerrados por la fuerza que sentía en mí; el silencio fue buen mensajero de la sensación que me recorría, uno que otro gemido emanaba de mí, éstos te excitaban aun más.
La forma en que repetías mi nombre, con esa voz casi inaudible y seductora, me envolvió en el placer, me sentí cada vez más fuera de mí y sólo gritaba una y otra vez hasta no poder más, hasta sentir que el fuego dentro de mi cuerpo estaba a punto de salir.
Algunos minutos de acción ininterrumpida fueron la comprobación de la compatibilidad con la que contamos en la cama, recorrí tu cuerpo con mis manos, mientras las tuyas se aferraban a mis senos; el movimiento rítmico con el que nos conducíamos incrementaba su intensidad, hasta que con un grito de ambos el éxtasis se hizo presente, y el orgasmo característico nos envolvió a los dos.
Tan cansados que apenas podíamos movernos, así fue como terminamos después de los exhaustivos momentos que acabábamos de vivir; para recuperar fuerzas, dormimos abrasados unos minutos, después de los cuales te dije –es hora de irme, la próxima es en mi casa-, a lo que simplemente respondiste –como prefieras, hasta la próxima-.
Tomé mis cosas y me vestí rápidamente, cerré la puerta de tu cuarto y me dirigí a mi casa; con los recuerdos y tu aroma aun reciente, caminé tratando de imaginar el siguiente encuentro, mientras pensaba profundamente, me tomaste del brazo y dijiste a mi oído -¿porqué no vamos a tu casa ahora, o tienes algo mejor que hacer?-, como respuesta te di mi mano y continuamos el camino, después de todo, el fingir que a veces somos una pareja no es tan malo como pensé.
sábado, 8 de agosto de 2009
¡Gracias!
Al fin nuestra participación en lo que parecía incoherente ha tenido frutos.
Demos gracias a la paciencia y a la locura que nos caracteriza de que esto haya pasado, agradezcamos a la serenidad con la que vivimos pues nos permitió llegar a este momento.
Dejemos de lado las dudas e incertidumbres, después de todo, si tienen alguna respuesta en algún momento llegará a nosotros.
Pasemos inadvertidos por el mundo, y si en alguna ocasión los demás notan nuestra presencia, no dejemos de lado el lazo que nos une.
Carezcamos de prejuicios y problemas, pues ellos no nos dejan nada, si los necesitamos después, dejemos que aparezcan en ese momento.
Una vez más, gracias por todo, por permitirme estar a tu lado, por estar a lado mío, por devolverme la esperanza en lo que creí perdido, por aceptar compartir tu vida conmigo, por pedirme que comparta mi vida contigo.
jueves, 6 de agosto de 2009
El Nombre de la Rosa
miércoles, 5 de agosto de 2009
martes, 28 de julio de 2009
Ominosa Realidad (2)
sábado, 25 de julio de 2009
Ominosa Realidad (1)
Curiosa es la forma en que las situaciones se dan, de forma enmarañada y confusa, tanto como la relación que se empezó a gestar entre nosotros. Mientras los rumores crecían sobre lo que podía estar pasando, tú y yo no dejamos que se inmutara lo nuestro.
¿Pero qué era lo nuestro?
Una simple relación cordial que se confundió con algo más, un espejo para escapar de lo que jamás permitimos que pasara, una ilusión dentro de una frágil burbuja llena de esperanzas vacías.
Aquel día pasó lo que ambos deseábamos, la culminación de nuestras esperanzas gestadas a lo largo del tiempo en que nos conocimos, la entrega total a otra persona, la que tal vez jamás pensamos que llegara a suceder.
Indudablemente merecíamos un premio por la forma tan magistral de disimular el pasado bastante reciente ante los demás, aun no logro terminar de entender porqué no lo notaban si en algunas ocasiones era tan obvio; creo que la percepción de las personas a veces no funciona bien del todo.
Fingir que la situación era como siempre lo fue se tornó en algo complicado, afortunadamente soportamos las miradas indiscretas y los recuerdos aflorantes.
Un beso en la mejilla como cualquier otro, un abrazo de vez en cuando para demostrar que el cariño seguía vigente, una mirada cualquiera, una conversación insignificante y otro beso de despedida, era la rutina casi diaria que llevábamos a cabo como si la hubiéramos ensayado antes.
Con anterioridad había pensado en hablar contigo sobre ciertas situaciones, sobre dudas que se estaban gestando en mi, pero siempre me detuvo la incertidumbre de si tú contestarías a cualquier cosa que te preguntara; ¿qué tal si ya no querías hablar más sobre ese tema?, ¿y si la presión que ejercían sobre ti los recuerdos era lo que hacía que nos mantuviéramos con esa distancia que a veces parecía enorme?
Esa plática se tuvo que aplazar lo suficiente, hasta que me enteré de la noticia más trágica de mi vida: un embarazo. Desde ese momento mi mundo se fue abajo inevitablemente, sentí que la razón me abandonaba y la locura se posaba en mí.
Ese día fue el más misterioso de mi vida, desde que me levanté de la cama tuve la impresión de que algo me marcaría para siempre. Verte de nuevo fue como siempre lo había sido: una mirada discreta para averiguar cómo amanecimos y un saludo cordial y sincero para continuar manteniendo las apariencias.
Después de toda esa parafernalia de cortesías, te dije discretamente -necesito hablar contigo-, el tono y la seriedad con la que hablé llamaron poderosamente tu atención. La plática se llevó a cabo después de terminadas nuestras diferentes actividades, el nerviosismo me invadió por completo y apenas pude decir unas pequeñas palabras que dieron a entender todo lo que pretendía comunicar; tu mirada se clavó en mi como un arma diseñada especialmente para matarme de forma lenta, tus ojos antes llenos de luz y alegría dijeron lo que tu boca no se atrevía; leyendo tus pensamientos te dije -no te preocupes, voy a abortar-, y entonces, sólo por un instante pude ver que tu cara se iluminó diciéndome -haces lo correcto-. Probablemente hasta ese momento te diste cuenta de que te conocía más de lo que pensabas.
Después de la discusión obligada sobre cómo y cuándo se llevaría a cabo el acontecimiento decisivo en nuestras vidas, decidimos ir a un lugar más privado para hablar de esos asuntos.
jueves, 23 de julio de 2009
Así de simple
la forma de hablar que me atrapa,
la mirada en la que me pierdo,
el aroma que me llena,
la sonrisa que no me canso de ver,
las manos que no dejo de estrechar,
la boca que dejar de besar no puedo,
el pecho en el que siempre me recuesto,
los brazos cálidos que me abrazan,
la pasión que me contagias,
el humor que me aprisiona,
la inestabilidad que te acompaña...
¡maldita sea!...
eres justo lo que buscaba...
domingo, 19 de julio de 2009
Soñar
viernes, 17 de julio de 2009
Aquí
jueves, 16 de julio de 2009
Ahh...
Tienes la capacidad enorme de llevarme hasta donde tú quieres.
Comprendes mis movimientos y los controlas.
Captas mis ideas aunque sean indirectas.
Sabes qué y cuándo hacerlo.
Logras lo que nadie ha logrado jamás.
Me rindo por completo ante ti.
Increíblemente lo lograste...
Lástima que no te diste cuenta a tiempo, realmente una lástima.
lunes, 13 de julio de 2009
Despertar
domingo, 12 de julio de 2009
Asi
sábado, 11 de julio de 2009
Tardanza
Mágicamente, la realidad volvía a ella para que comenzara sus actividades diarias, todo con tal de llegar a tiempo a su casa para recibirlo como habían quedado.
En el trabajo, con los amigos, en la calle, en cualquier parte, su concentración se perdía por un momento, sólo para pensar en él, para añorarlo.
Llegó corriendo a su casa, comió lo primero que encontró en el refrigerador y tomó un baño rápido; dedicó bastante a su arreglo personal pero al final de la larga jornada lucía hermosa, lista para recibir a su amado.
Una hora, hora y media, Carlos no llegaba, ni siquiera un mensaje para avisarle que iba a llegar tarde.
Ana comenzó a preocuparse, ¿qué tal si le había pasado algo?, trató de alejar esos pensamientos de su mente, pero la duda era muy grande como para alejarse por completo.
Tres horas.
Seguramente algo había pasado.
Se dirigió al teléfono, notó que por la prisa con la que llegó no vio que tenía un mensaje en la contestadora:
"Hola, perdón por avisarte así pero quise esperar a que no estuvieras en casa para llamar... eh... no sé cómo decir esto... creo que lo nuestro ha ido demasiado lejos, me parece que te estás enamorando y la verdad me estoy cansando un poco de esto... he decidido que es mejor dejarlo hasta aquí... perdón y gracias por todo... por favor no me vuelvas a buscar... adiós"
Con lágrimas en los ojos fue a su habitación y se recostó en la cama para respirar su aroma por un momento, sólo un momento antes de intentar dormir, justo como en los días en que él se quedaba a dormir con su esposa.
viernes, 10 de julio de 2009
¡maldita sea! ¿porqué no sólo cierras tu gran boca y nos quitamos de problemas?
¿cuál es tu estúpida necesidad de fastidiar a todos?
sería mucho más fácil que simplemente murieras... ojalá lo hagas pronto... ya es tiempo de que lo hagas...
ojalá...
...
...
en la próxima ocasión tal vez te ayude...
mmm....
si, tal vez lo haga...
sería tan agradable...
no tienes idea de cuánto............
miércoles, 8 de julio de 2009
¡A jugar!
Es tan reconfortante que lo hagas, que vengas a mi cuando quiero que vengas, que te vayas cuando te lo pido, que a pesar de tus deseos, hagas lo que yo quiero; que te disculpes por mis errores, que hagas todo por mi...
La cercanía se ha perdido un poco, pero no te preocupes, en cuanto te vea otra vez, el juego comenzará como antes, justo como te gusta jugar: a que ganas mientras te dejo ganar, a que pierdo para que la manipulación no sea tan obvia...
martes, 7 de julio de 2009
Ahora si...
- Esta vez será diferente...
A esta idea se aferraba su mente en cada una de las repetidas ocasiones en que trataba de convencerse de que era lo mejor para ambos.
Pensaba en que la decisión que acababa de tomar era la correcta: dejar el pasado en su lugar y continuar con lo que en el presente vivía.
- Si, así debe de ser.
Después de estas palabras, terminó de escribir lo que había tardado tanto tiempo en hacer y fue directo a su casa a informarle su decisión.
- Quiero que hoy mismo se termine nuestra relación; no puedo seguir con esto, antes de que iniciáramos te dije que no quería que llegaramos al punto en que nos encontramos ahora.
Él la miró un poco sorprendido y se limitó a decir:
- ¿Seguir con qué?, creí que "nuestra relación" se había terminado desde aquella pelea, yo sólo sigo contigo porque tú lo pediste, pero no recuerdo que hayamos reanudado nada...
Ella permaneció atónita ante él, jamás pensó escuchar eso. Con indicios de lágrimas en los ojos se alejó de su lado y se refugió en la cocina.
Al ver la aflicción en sus ojos, él la siguió para intentar consolarla.
- Jamás hubiera adivinado que pensabas eso, creí que aun había amor entre nosotros.
- Aun te quiero mucho, por eso estoy aquí...
- Según lo que dijiste hace en momento, sigues aquí porque yo te lo pedí, ¿no?
- Si, eso tiene algo que ver, pero la mayor razón es porque te quiero...
- Creo que eso me alivia un poco...
- Claro, cuando te lo digo siempre te calmas...
- Abrazame... no me dejes...
Con fuerza la tomó entre sus brazos, se quedaron así por largo tiempo y dejaron atrás el pasado, el reciente pasado, tal como ella quería...
domingo, 5 de julio de 2009
¿Otra vez?
martes, 30 de junio de 2009
Espero...
Veo la televisión sólo para pasar el tiempo en lo que llegas a tocar el timbre, cuando esto ocurre trato de mantener la calma pero mi corazón se acelera inesperadamente, tal vez porque la idea de lo que va a pasar hoy suena más tentadora que nunca.
Te recibo con un beso en la mejilla y pasamos a la sala; siguiendo la rutina, platicamos y escuchamos música.
La verdad es demasiado aburrido esto y simplemente te beso para convencerte de que vayamos al cuarto; dentro de la habitación que tantas veces nos ha visto antes, nos besamos hasta quedar desnudos por completo.
Mientras me recorres completamente, la idea vuela alrededor de mi cabeza, para tratar de disiparla te beso de nuevo y me preparo para que me penetres como te gusta hacerlo. Entras en mí una y otra vez, y el placer de ambos crece indescriptiblemente.
Sigo pensando en lo que voy a hacer hasta que llega el primer orgasmo, me rindo a la pasión que nos envuelve y te digo que me dejes montarte; en esta nueva posición nos entregamos aun más el uno al otro.
La decisión está tomada. Cuando estás a punto de terminar, sujeto el cuchillo que coloqué en el suelo y lo entierro en tu pecho, tan profundo que la sangre que brota de ti me baña. La expresión de desconcierto de tu cara es muy placentera, tanto que me invita a besarte otra vez.
Después de terminar, al ver tu imagen me levanto, limpio mi cuerpo y me alejo de aquel lugar esperando que algún día encuentren tu cuerpo, ojala lo hagan.
jueves, 11 de junio de 2009
Otra vez y como siempre.. (3)
- ya no soporto a esa estúpida voz impertinente, ¿porqué no simplemente se larga y ya?
Curiosamente llegó a mi menta una idea extraña, si está tan cerca de mi como dice y me conoce más que yo misma… debo de hacer algo que no se espere, algo que jamás pensaría que puedo hacer… dice que soy cobarde, entonces debo demostrarle que no lo soy…
- es mejor que duerma, por hoy a sido demasiado…
Después de dormir y relajarme, y tomando en cuenta que ese era mi día de descanso, me levanté tranquilamente y en el momento que me dirigía a la cocina, caí en cuenta de lo que durante un tiempo ha dicho la voz: ¡es suficiente!, esa exigencia que no había entiendo debe ser de importancia como para que en diversas ocasiones comenzara su diálogo con ella…
Lo medité unos minutos y casualmente comprendí lo que ese reclamo significaba, ¡claro! siempre fue tan obvio…
En la noche, llegado el momento de todos los días, dije:
- he comprendido a lo que te referías…
- ¿ya?, ¡por fin!... y ¿qué significa según tú?
Me quede en completo silencio, con la mirada perdida, y mientras observaba el hermoso horizonte coloqué el arma en mi cabeza y disparé...
a tiempo...
Los detalles de la última noche que estuvimos juntos aun forman parte importante de mis recuerdos.
Me pierdo cuando revivo cada instante, siento de nuevo tu respiración junto a la mía, siento que tus caricias regresan nuevamente.
Aun con los ojos abiertos veo cómo te acercas a mí una y otra vez, en cada acercamiento el deseo aumenta.
Confirmo que tu cuerpo junto al mío es significado de peligrosidad y pasión.
Mientras los recuerdos me consumen y me aferro a seguir en ellos, suena mi teléfono con un mensaje nuevo: “En cinco minutos llego a tu casa…”
Con una sonrisa dibujada en mi rostro coloco el teléfono en su lugar y pienso “llegas, justo a tiempo”…
lunes, 8 de junio de 2009
Otra vez y como siempre... (2)
Durante el intranquilo sueño, no dejé de pensar en lo último que había pasado con la voz extraña que no me dejaba en paz; más por la impaciencia que por la ganas, me levante a las 5 a.m., con un cansancio terrible y harta de que la voz no dejara de pasearse en mis sueños.
Después de caminar un poco por la habitación, fui a la cocina por un buen vaso de leche, esa bebida refrescante que tantas otras veces me ha ayudado a relajarme un poco, lástima que esta vez el sentimiento que me llenaba no se resarcía con ella, esta vez fue un trago amargo que no me agradó en lo absoluto.
Camino al trabajo, sólo pensaba en el diálogo que me esperaba en la noche: otra discusión sin final que se terminaría hasta que la voz se cansara de escuchar mis súplicas, de que ella se burlara de mi completa falta de valor para correrla de mi lado; con este pensamiento en mente estuve todo el día…
Por fin, a las 10 de la noche, pude ir a mi casa con la vaga intención de dormir y descansar para el día siguiente enfrentarme con la rutina diaria. En esta ocasión, la voz llegó desde que crucé la puerta del departamento…
- hola, ya era tiempo de que llegaras…
- si, supongo que me esperabas con ansia, otra vez para fastidiar…
- ¿cómo puedes ser tan cruel?, yo no fastidio, sólo te acompaño en tu aburrida y patética vida
- compañía que nunca he pedido, por si no lo recuerdas...
- pero que añoras… ¿o acaso me vas a negar que durante el día piensas en mi?, ¿vas a negar que aunque quieras evadirme y te tardes horas de más en el trabajo, siempre llegas aquí con ganas de escucharme de nuevo?
- ¿ganas de escucharte de nuevo?, ¿para que demonios querría escucharte de nuevo?, ¡lo único que quiero es que me dejes en paz!
- si, eso ya me lo has dicho varias veces, y ¿cuál es mi respuesta a eso? ¡No!, ¡no te voy a dejar hasta que yo quiera hacerlo!
- creo que entonces te quedarás hablando a solas, porque ya no pienso soportarte ni un poco más…
Dicho esto, me recosté en un sillón, cerré los ojos simulando descansar y me dediqué a contener las ganas de contestarle a todo lo que me decía, que era bastante…
Después de un tiempo en que efectivamente ignoré lo que pasaba a mi alrededor, me gritó con todas sus fuerzas:
- ¡no me ignores!, ¡te estoy hablando!... finge todo lo que quieras, sé que me escuchas y sé que soy todo lo que siempre has querido, soy la representación de lo que tú quieres ser, lástima que seas tan cobarde como para intentarlo…
Este último comentario tuvo el efecto que quería, no pude contenerme…
- ¿representación de lo que quiero? ¿Tú? ¿La molestia más grande que existe en mi mundo? ¿Cómo puedes si quiera pensar eso?
- justo como lo pensé… no soportas que hiera tu ego… ¡maldito orgullo que no dejas en paz! Te he dicho infinidad de veces que tienes que calmar tu estúpido ego…
- ¡cállate! Tú no puedes hablarme así ¿qué maldito derecho tienes a hacerlo? Sigues aquí sólo porque no he encontrado la forma de hacer que te vayas, pero eso no durará mucho, ¡así que cállate!
- siempre tratando de alejarme… ya tendrías que haberte dado cuenta de que nuca me voy a ir, ¡maldita sea! ¿cuántas veces tengo que decírtelo?
No atiné a dar una respuesta en ese momento, tal vez se dio cuenta de que estaba un poco perdida…
- bueno, al parecer esta discusión terminó aquí, y como siempre: yo gano… hasta mañana, descansa…
jueves, 4 de junio de 2009
Otra vez y como siempre... (1)
- ¡es suficiente!
- ¿suficiente?, ¿qué es suficiente?, después de todo lo que ha pasado ¿a qué te refieres? Explícame.
- tú sabes de lo que hablo, no finjas más...
- te juro que no lo sé, dímelo.
- no tengo que decírtelo, ya lo sabes
-ya te dije que no lo sé, además llevamos mucho tiempo en este juego sin sentido, ya me está cansando…
- ¿sin sentido?, ¿qué te hace pensar que no tiene sentido?, si no lo entiendes no es mi problema, nos quedaremos en este juego hasta que logres entenderlo…
- ¡pero no quiero!, tú eres quien debería entender que no te quiero, no te necesito aquí, ¡quiero que te largues en este momento!
Hubo un instante de silencio, tal vez se quedó pensando en lo que acababa de decirle; para mí ese instante fue de tranquilidad, una que hace tiempo no vivía desde que estas discusiones comenzaron.
-¿en serio quieres que me vaya?, piénsalo, hasta cierto punto te conviene que esté aquí, después de todo soy la única compañía que siempre está contigo… la única que verdaderamente está contigo…
-¿la única?, ¿cómo puedes asegurar eso?, ni siquiera estás todo el día, la mayor parte del tiempo estoy sola… eso es lo que deberías saber, deberías saber y no inventar…
-¿inventar?, ¿quién inventa?, tal vez tú lo hagas, no yo…
-si claro, ¿y qué más?, vamos dime todo lo que quieras, ya no importa…
-¿segura que no importa?, sé que te importa más que a mí lo que te diga yo y lo que digan los demás, aunque lo niegues, te repito que yo estoy siempre contigo, te conozco mejor que nadie…
- si me conoces tanto como presumes, deberías saber que ni siquiera yo me conozco del todo, así que a mí no me vengas con esas estupideces. Es más, lárgate de una vez, ya no pienso soportarte…
- ¡que ilusa eres!, no me voy a ir porqué tú me lo ordenes, lo voy a hacer cuando yo quiera… y por el momento no quiero hacerlo… ¿entonces que piensas hacer?
Una duda me invadio: ¿cómo demonios iba a lograr que se fuera si no tenía la más mínima intención de hacerlo? Un plan debía de ocurrírseme, y tenía que ser pronto…
- te veo un poco agobiada... me iré por hoy, creo que tienes muchas cosas que pensar…
- gracias, que amable eres, no esperaba menos de ti…
Y con una sonrisa arrogante se marchó, por hoy, como bien lo dijo. Seguramente mañana será lo mismo, a menos que para ese momento tenga algún plan en mente…
lunes, 1 de junio de 2009
......
incertidumbre que llena cada vez más mi vida....
ansiedad por finalmente lograr ser yo misma....
imparcialidad hacia las cosas importantes....
impaciencia por desaprovechar las oportunidades....
ganas de seguir estancada en el mismo lugar....
insistencia en continuar sintiendo dolor....
necedad de no aceptar la ayuda a mi alcance....
posibilidad de ignorar la realidad y prolongar la salvación necesaria.....
jueves, 28 de mayo de 2009
¿qué?
Me canso de las personas de mente cerrada, pero reconozco que a veces los necesito...
No soporto más a los moralistas, y aunque no quiera, sé que sin ellos muchas cosas serían un caos...
Tengo dudas acerca de mi persona, pero cuestionarme en este momento no es una opción..
Quisiera terminar con toda esta realidad alterna, pero me mata la incertudumbre de estar sin ella...
Mantengo la idea de pasar por el mundo sin ser percibida, y sin quererlo termino dentro de más problemas...
Me pregunto porqué no puedo dejar de sentir y simplemente callarlo todo, pero la necesidad de expresarme como quiero hacerlo va más allá de cualquier cosa...
¿Para qué?
Para sentir que la miseria se apodera de mi mente, de mi cuerpo y de todo mi ser…
Para dejar de sentir como cualquier otro y pensar que la muerte es mi única amiga…
Para sentir que el mundo sigue girando y yo me quedo aquí sin siquiera ser capaz de escribir correctamente una palabra…
Para esconderme de la gente y alejarme de quienes me dan amor y me hacen sentir un poco humana…
Para dañar a quienes me dan su vida entera que tomo sin vacilar para hacerla miserable al igual que la mía…
Para regar por todos los lugares posibles el veneno que he adquirido en todos estos años de tristeza y soledad…
Para causar solamente lastima a mi paso…
Para admitir que la depresión es una de las constantes en mi vida …
Para mirar a la gente pasar y quedarme simplemente sentada con un cigarro en la mano…
Para añorar lo que mi vida fue en algún momento y que ahora no será más …
Para admirar como otras personas crecen mientras yo me hago más pequeña…
Para vivir en mi propio mundo donde no dejo entrar a los demás…
Para ver como mi poco desarrollo como persona se ha ido abajo drásticamente…
Para odiar la vida y a todo el mundo…
Para desear que mi vida fuera una caricatura en la que es posible regresar el tiempo y borrar los errores…
Para imaginar que soy una persona completamente diferente…
Para rogarle a la muerte que venga por mí pronto...
lunes, 25 de mayo de 2009
Actuar, Pensar, Vivir...
Las personas a mi alrededor me piden que piense, que vea lo que hago y dejo de hacer, que reconsidere las acciones y el daño que produce en las personas.
Lo que ellos no entienden es que así es mi forma de actuar, que sólo ahora puedo comportarme como siempre he querido hacerlo, que la seguridad que me da la libertad es mi motivación, que me rehuso a seguir desaprovechando oportunidades, que me cansé de ver a los demás haciendo lo que yo quiero, que es momento de dejar de pensar y comenzar a actuar, que es imposible que después de desatado mi accionar los deseos se vuelvan a guardar.
Después de todo, las consecuencias y los daños vienen hacia mí, las personas ajenas sólo lo ven desde afuera y no tienen derecho a opinar, y los beneficiados no se pueden quejar, al contrario sólo deben disfrutarlo.
1, 2, 5, 10... ¿en qué puede afectar?, si hay alguna consecuencia grave sólo la puedo enfrentar, después de todo no habrá reclamos ni problemas.
Mientras la mente divaga sin final, los oídos reciben todas las opiniones, los ojos ven la vida en colores y el olfato se agudiza una vez más; las sensaciones recorren todo mi cuerpo y en ese momento, las opiniones pierden su valor y el deseo lo llena todo, la ansiedad me invade cada vez más fuerte y llega el momento en que deben salir.
Aquellos atardeceres que tranquilizan, me remiten a la idea de la irreverencia y de la locura desbordante, el viento que motiva a hacer lo impensado y la luna que grita la satisfacción de deseos, todas ellos se comportan como si supieran exactamente lo que quiero, saben lo que pienso y me incitan a llevarlo a cabo.
Sería tan fácil reaccionar como tantas personas en el mundo, que tratan de amortiguar los daños culpando a otros de su accionar, pero esa es la actitud más cobarde que se puede esperar, si yo soy la que goza por beneficios ¿porqué lo voy a negar?
Cada pequeña cosa debe de ir en su lugar, no importa si después cambia de opinión, por el momento, hay que mover las piezas a mi conveniencia y después, sólo después pensar en las consecuencias.
Crees.......
Tal vez te sorprenda un poco esta pregunta, pero toma en cuenta que desde hace un tiempo no hablamos como antes; es extraño que siendo una de las personas en las que más confío te haya guardado tantas cosas en vez de llamarte por teléfono.
Que estúpida soy al albergar todos estos sentimientos de culpa y de incertidumbre sin reparar en que solamente tú puedes contenerlos a todos y cada uno de ellos.
Es indescriptible la sensación de que en varias ocasiones he traicionado tu confianza al ignorarte e ir con otros para decirles lo que únicamente te corresponde a ti.
Perdón por no buscarte en cada uno de mis episodios tristes que tu conoces tan bien, perdón por no ir contigo en los instantes en que estabas para mi, perdón por alejarme tan repentinamente de ti y acercarme con esas personas que jamás lograrán entenderme como tú lo haces.
Creo que ahora es tiempo de retomar nuestra relación, de reunir lo que estaba desunido y de hablar como hace tanto no lo hacemos; es la hora de ignorar a los otros y de centrarnos en lo nuestro, de dejar a todos de lado y pensar en lo que vamos a hacer para ser de nuevo sólo tú y yo.
Probablemente yo tenga que dar el primer paso para que esto funcione nuevamente, empezaré a despedirme de todos aquellos que me apoyaron en algún momento, pero que jamás lo hicieron como tú.
Este es el momento en que una gran decisión debo tomar, aunque creo que no debo pensarlo demasiado, pues sé que contigo a mi lado nada puede salir mal, sé que mientras esté contigo podré superar cualquier cosa que se me presente.
Es tiempo de correr a tus acogedores brazos de los que nunca debí alejarme, es tiempo de olvidar lo que he sido sin ti, es tiempo de admitir que mi vida es una mierda sin futuro, es tiempo de regresar contigo mi amada y única amiga, es tiempo de ir contigo de una vez y para siempre, es tiempo de morir y de ir contigo al mundo en el sólo estaremos tú y yo eternamente.
viernes, 22 de mayo de 2009
Parece...
La tristeza se posó un momento sobre mí, pero esa es parte del problema, sólo fue un momento; al verte ella vuelve a mi ser, pero se aleja paulatinamente. tal vez algún día se vaya por completo; mientras tanto no dejaré de alimentar el cariño tan grande que siento dentro, tan infinito que me permite actuar de maneras insospechadas contigo, maneras que a ambos agradan...
Mientras la vida continúa
… nosotros seguimos perplejos ante los reflectores que nos indican que todo esta bien,
… nosotros preferimos seguir pensando que todo lo que nos rodea no puede ser de una mejor manera,
… queremos seguir creyendo que la vida no puede mejorar ni un poco,
… agachamos la mirada ente quienes nos ofrecen la oportunidad de vivir libremente sin las ataduras de un mundo que cada vez oprime más,
… dejamos de lado a las personas que conocen la realidad del mundo exterior con la falsa idea de que lo que ellas han visto es mentira, sin reparar en que lo que nosotros vivimos es la gran y constante mentira diaria,
… vivimos por vivir, vivimos por que es lo que nos han dicho que hay que hacer, no porque de verdad queramos hacerlo.
… Y ¿qué es lo que necesitamos para quitarnos la venda de los ojos para poder ver el mundo como realmente es?
… ¿Qué es lo que hace falta para admitir que estamos rodeados de mentiras y verdades a medias?
… ¿Qué es lo que necesitamos para dejar de admitir sin cuestionamientos lo que nos dicen?
… ¿Qué es lo que hace falta para dejar de ver a nuestros semejantes con ojos de indiferencia y desprecio?
… ¿Qué se necesita para girar la mirada hacia quienes no concuerdan con nuestra forma de pensar, quienes tal vez sean distintos en algunos aspectos, pero que no dejan de ser nuestros hermanos?
… Sentimos…
… ¿Sentimos o sólo nos dejamos llevar por la corriente que nos dice cómo es que hay que reaccionar a ciertas situaciones?
… Lo que nos diferencia de los animales es la capacidad de razonar, ¿Pero en verdad razonamos o actuamos siguiendo los primitivos instintos animales?
… Tenemos conciencia de que nuestro destino en la vida es ser felices, pero ¿Por qué continuamos creyendo que buscar la felicidad propia incluye dejar de lado la desgracia ajena?
… En todos lados se habla de igualdad pero ¿Qué es la igualdad ante la indiferencia que experimentamos cada día?
… ¿En donde queda el “todos somos iguales” si jamás falta una mirada de discriminación hacia quien no es como nosotros?
… ¿Donde queda la igualdad si jamás dejamos de quejarnos de las diferencias que hay incluso en la familia?
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